domingo, 22 de marzo de 2009

Las Cruces

Con este título tal vez alguien espere leer los nombres y características que poseen las cruces penitenciales de Jesús Nazareno, o los detalles de las filigranas de plata de las cruces parroquiales que en los días de Semana Santa compiten de nuevo en belleza.

Pero no, Las Cruces son sin duda uno de los actos emblemáticos de la Pasión Saucana, la devoción y la penitencia se alían con las estrellas para llorar la Pasión de Cristo.

Después de ésta lacónica introducción, tal vez se espera quien lea estas líneas más de lo que en realidad es, Las Cruces, son el apelativo popular que reciben los Vía Crucis que celebra la hermandad de Jesús Nazareno las noches del Jueves, Viernes y Sábado Santo.

Se trata de un acto penitencial, en él los hermanos de Jesús Nazareno, reglamentariamente vestidos con su hábito, cargan sus respectivas cruces acompañados de los cirineos. La Cofradía re reúne en torno a las tres de la madrugada en la Iglesia de San Juan, y parte acompañada de los fieles por las calles y alrededores del pueblo.

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Ni el recorrido ni la duración se conocen con an telación, pues esto es decisión del hermano que cada año coge la Cruz del Señor. La Cruz del Señor es el último escalafón del recorrido que los cofrades realizan dentro de la hermandad, pasando en riguroso orden de antigüedad por un complejo sistema escalar cuyo reflejo exterior son las distintas cruces penitenciales.

Es el hermano que porta la Cruz del Señor quien decide por donde tendrá lugar el rezo del Vía Crucis, siendo habitual la huída del bullicio de las calles centrales del pueblo, en favor de zonas como la Ermita de la Virgen de la Antigua, fuera del núcleo urbano.

Uno de los elementos llamativos de Las Cruces es que en cada una de las catorce estaciones del Vía Crucis, los cofrades arrodillados en el suelo besan el suelo en señal de penitencia.

En la actualidad existe cierto peligro en la preservación de esta tradición, al existir por parte del Obispado cierta desconfianza respecto de la conveniencia de celebrar un Vía Crucis la noche del Sábado Santo, tras la celebración de la Vigilia Pascual. Sin embargo pese a la posible falta de congruencia litúrgica, si existe dentro de los actos de la hermandad congruencia, puesto que el Domingo de Resurrección, los hermanos desfilan con cruces y con el rostro cubierto en señal de penitencia hasta el momento del encuentro, que es cuando las cofradías celebran públicamente la Resurrección.

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