miércoles, 22 de julio de 2009

Ritos y tradiciones: Los preparativos


El sábado de dolores, tuve la posibilidad de asistir a los preparativos de la Semana Santa llevados a cabo en la Iglesia de Santa María, a la que por un serio problema en la cubierta de la Ermita de los Dolores, hubo que trasladar los pasos allí guardados. He de reconocer que la primera impresión fue un tanto desoladora por el aspecto de dejadez y ruina que presenta la que otrora fue el tercer templo de la Diócesis. Todos los que se encontraban en la Iglesia se afanaban en preparar todo: los laureles del Domingo de Ramos, limpiar las imágenes, desempaquetar las ropas...


Personalmente fue un momento muy interesante, del que destacaría en primer lugar poder contemplar las imágenes de La Oración y Cristo atado a la columna sin vestir. Publico ambas imágenes por ser de talla completa y no suponer su exposición sin ropas deshonra alguna para las imágenes. Más bien diría yo permiten un nuevo punto de vista, principalmente la Oración en el Huerto, que resulta mucho más imponente sin el manto morado, al poder contemplarse en todo su esplendor la talla del pelo cayendo sobre los hombros o los pliegues de la camisa.



Participando de estos actos uno se da cuenta con el cariño que la gente ha conservado las tradiciones y los bienes que durante la Semana Santa salen a la calle, todos los aderezos que lucen las imágenes son preparados meticulosamente, ropas, faldillas, faroles... a lo largo de la tarde las imágenes que se encontraban envueltas en sábanas recuperan el esplendor de los días en que recorren el pueblo.




Como cofrade del Santo Entierro especialmente bonito fue ver como se preparaba la Urna, cuando uno ve desfilar el paso del Santo Entierro no observa toda la riqueza que en el se contiene, entre anécdotas y vivencias fui descubriendo la raigambre de esta imagen y el increíble patrimonio que la acompaña, aunque no se observe demasiado bien en las fotografías son dos las sábanas que componen el lecho, ambas rematadas en delicadas puntillas de encaje.


Pero una de ellas destaca por el bordado que en uno de sus extremos presenta (foto superior), en fino hilo blanco aparecen enlazados los distintos símbolos de la pasión: Cruz, escaleras, gallo, lanzas, caña... Todo cuanto rodea al Yacente ha sido donado en épocas pasadas, lo que atestigua la devoción que el pueblo tenía y tiene al Cristo articulado.

Todas las piezas deben ir encajadas meticulosamente por ello, solo con paciencia se consigue que el Yacente desfile envuelto en delicadas puntillas. Otro de los elementos que posee esta imagen son cuatro cojines en seda roja bordados con motivos florarles y rematados en hilo de oro, recientemente restaurados, pero cuyos originales aún conservados llegaron a la cofradía por una donación particular.

De esta forma a lo largo de la tarde los cuatro pasos fueron adquiriendo el esplendor que la oscuridad del invierno apaga, mientras en la Iglesia de San Juan, otro tanto ocurría con el resto de imágenes y enseres.










1 comentario:

Alberto dijo...

Sin lugar a dudas, la imagen del Cristo de la Oración en el Huerto me aparece mucho más bella sin la túnica que con ella. Imagino que estos momentos de intimidad sean muy especiales.

Un abrazo.

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