Ermita de los Dolores, Fuentesaúco (Zamora)
Retablo de escuela zamorana con ensamblaje de pintura salmantina, siglo XVII.
En la hornacina central se encuentra la Virgen de los Dolores (Virgen de las Angustias). Talla del escultor zamorano Juan de Montejo, una de las principales figuras del italianismo en la escultura zamorana del siglo XVI. La imagen conserva los cánones propias de La Piedad renacentista, acogiendo al hijo sobre su regazo. La Virgen se encuentra arrodillada apoyando el cuerpo de Cristo sobre su rodilla derecha. La talla luce ricos estofados en saya y manto, destacando los motivos pasionistas que se incluyen en el adorno de la saya. El esplendor barroco de la devoción a la Virgen de los Dolores nos ha legado un rico ajuar de orfebrería: corona de capilla, corona de salida y corazón con siete espadas. Además la Virgen posee un manto de salida bordado en oro recientemente restaurado.
La Virgen de los Dolores no es una talla completa, si no un altorelieve que presidía la iglesia del Hospital de San Salvador, bajo la advocación de las Angustias. La iglesia de las Angustias contaba con un retablo en su cabecera del templo realizado entre 1697 y 1700 aunque los trabajos de sobredorado fueron realizados ya a mediados del siglo XVIII. En el retablo recibían culto dos tallas, a la izquierda la Piedad titular del templo y a la derecha el Santo Sepulcro. La reedificación del tempo en 1734, para adaptarlo a la moda barroca con la realización de un camarín y una sacristía posterior, supuso la modificación del retablo, relegando el Santo Sepulcro a un retablo lateral. La vinculación de esta iglesia con el humilladero de la Vera Cruz conlleva que en 1769, tras el cierre de la ermita, la iglesia de las Angustias acoja las imágenes que recibían culto en el humilladero (Cristo de la Zarza, Virgen de la Soledad, Jesús con la cruz a cuestas, Jesús atado a la columna, Jesús orando en Getsemaní).
En 1806 la iglesia de las Angustias causa ruina y se trasladan las imágenes a la iglesia de Santa Clara. La devoción a la talla de Juan de Montejo provocó que este templo cambiase su nombre por el de Ermita de los Dolores en referencia a la denominación popular de la Virgen de las Angustias. A finales de los años setenta, la Virgen vuelve a ser traslada de lugar, en este caso a la iglesia de San Juan Bautista por encontrarse cerrada su ermita. Allí bajo la imagen de la Virgen del Rosario ha recibido culto hasta que en septiembre de este año, tras una costosa restauración del templo, regresó a su ermita para presidir el retablo.
La situación de la Virgen de los Dolores en el retablo en el que estuvo durante cerca de dos siglos confiere a la talla una mayor belleza, al estar ideada para ser contemplada desde un plano inferior.
La Virgen de los Dolores contó con cofradía hasta entrado el siglo XX. Se entiende que su origen es barroco aunque no hay datos sobre su fundación, si se sabe que su participación en la procesión del Viernes Santo conllevaba la contratación por parte de la cofradía de un trompetero o clarinetero y un tamborilero, junto a la esquila del pregonero, son los primeros testimonios de presencia de música en las procesiones de penitencia en Fuentesaúco.
La Virgen de los Dolores contó con cofradía hasta entrado el siglo XX. Se entiende que su origen es barroco aunque no hay datos sobre su fundación, si se sabe que su participación en la procesión del Viernes Santo conllevaba la contratación por parte de la cofradía de un trompetero o clarinetero y un tamborilero, junto a la esquila del pregonero, son los primeros testimonios de presencia de música en las procesiones de penitencia en Fuentesaúco.
Javier Prieto
No hay comentarios:
Publicar un comentario